Por: - Agosto 15th, 2016 - Sin Comentarios »

10 formas de estimular la imaginación y creatividad en los niños pequeños

Estimular la creatividad es una de las cosas más importantes que podemos hacer por nuestros hijos. Según plantea la doctora (PhD) Wendy Masi, decana del Mailman Segal Institute of Childhood Studies de la Nova Southeastern University, en Fort Lauderdale y autora del libro Toddler Play, nuevos estudios indican que mientras más se enriquezca el coeficiente de imaginación y creatividad de los niños, también conocido como el “otro” coeficiente intelectual, mayor será la probabilidad de que los logros académicos sucedan en el tiempo.

¿Cómo? Yo también me lo pregunté. Pues bien, es en sencillos términos así: se ha demostrado que al enseñar a los niños a pensar de forma original, a que entiendan que no hay una única respuesta para alguna situación sino que pueden haber otras respuestas, otras soluciones a un problema, ellos tienden a esforzarse más, racionalizar mejor y dar un mejor desempeño estudiantil respecto a sus compañeros de clase.

Por esta- importantísima razón a futuro- y por generar en ellos- en el presente- un mayor desarrollo de la imaginación y la creatividad, es que el sitio Parents.com, realizó un listado con 10 formas de estimular en ellos estas dos áreas tan trascendentales en su desarrollo, tanto cognitivo como motor.

1. Jugar con bloques, legos, Imanix. Construir algo les permite a los niños inventar, crear sin una regla fija o límites. Un estudio de la Universidad de Washington en Seattle, realizó este interesante experimento: les entregó a familias con niños pequeños un set de bloques con instrucciones para hacer algún tipo de actividades todos los días con ellos. Seis meses después, estos niños que jugaron tuvieron hasta un 15% más de puntaje en pruebas de desarrollo del lenguaje por sobre otro grupo de niños a los que no se les pidió que jugaran con bloques.

2. Dejar que inventen sus propios juegos. Con o sin juguetes, pueden ser cosas de la casa como las ollas de la cocina por ejemplo o con un par de juguetes, pedirles que inventen un juego pero no guiarlos, dejar que ellos guíen el juego y te vayan mostrando cómo es que juegan. No es necesario hacerlo todos los días, pero sí tratar de que sea una actividad semanal para estimular el juego espontáneo e imaginativo.

3. Salir de la rutina familiar. Puede ser una nueva comida, salir a alguna parte diferente o en vez de hacer el típico trayecto al que tu pequeño hijo se acostumbró, realizar otro. Cuando se hacen cosas diferentes, se estimula el entusiasmo y la curiosidad por lo desconocido y los niños comienzan a atreverse más en el desarrollo de su creatividad e imaginación.

4. Crear juguetes. Así de sencillo, con una caja, crear un robot. Con legumbres y una botella, hacer un sonajero. Son miles las ideas que pueden surgir para que tu hijo invente sus propios juguetes o bien, imagine que a partir de objetos cotidianos, tú puedes crearle juguetes. Acá una idea de juguete hecho a partir de materiales reciclados para estimular motricidad fina.

5. Unir sensaciones con las palabras. Lo hacemos todos los días, sin querer en realidad con nuestros niños, así es que cuando te des cuenta de que, incluso desde bebé, estén tocando por ejemplo una alfombra, pasto, arena, algo suave, pedirle que te diga qué se siente, cómo se siente. Lo genial de esto es que como no podrá decirte con exactitud la sensación, sí podrá darte imaginativas explicaciones o sensaciones experimentadas.

6. Leer cuentos, inventar cuentos. El fomento lector es beneficioso en múltiples aspectos, pero por sobre todo, leer a los niños de forma constante y con intervalos donde puedas ir preguntándoles en qué creen que va la historia, cómo terminará, etc. Los ayudará a ir potenciando día a día su creatividad y desde luego, la innagotable imaginación infantil.

7. Promover el que, fuera del jardín- colegio, se junte con otros niños. A partir de los 2 años y medio, 3 años, los niños ya comienzan a ser capaces, lentamente, de jugar unos con otros y dejar de lado el juego paralelo, con estas citas de juegos, trabajarán (los niños) en su creatividad e imaginación en conjunto, especialmente cuando se trata de negociar por un juguete que el otro quiere tener, acá lo ideal es interceder solo si las cosas se ponen complicadas entre ellos y ahí mediar, guiando una negociación, no tomar lados o decir el típico “se acabó el juego, adiós juguete”, porque con eso anulas el trabajo previo hecho por alguno de ellos y solo estás imponiendo, no enseñando a negociar.

8. Presentarles juguetes que no sean tan “reales”. Acá el ejemplo es claro, en vez de regalarles un “teléfono” de juguete que sea igual a un iPhone, mejor elegir algún juguete que se parezca a un teléfono y que sea la imaginación de ellos la que les de todos los atributos del iPhone que la mamá tiene. Lo mismo se aplica para todo tipo de juguetes hechos a partir de objetos.

9. Comprarles juguetes que permitan que ellos los dirijan y no al revés. Tratar de que haya un balance entre los juguetes a pilas o con tanto control o funciones y aquellos juguetes que “funcionan” solo si el niño juega con ellos.

10. Juegos tipo “role play”. Disfraces, sets de doctor, carpintero, bombero, etc. Cualquier juego de rol estimulará la creatividad e imaginación de tu hijo, trata de guiar su juego tan solo promoviendo a que se disfrace pero no imponer el disfraz, de lo contrario, lo odiará y ni para el colegio querrá luego disfrazarse.

BONUS: Rotar los juguetes. Cuando son muchos juguetes, algunos niños pueden sentirse abrumados y jugar todo el tiempo con los mismos juguetes al final, no salir de lo conocido. Acá algunos trucos para ordenar los juguetes y así poder ir rotándolos y que en cada rotación, los re-descubran y le den nuevos roles o funciones.

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