Por: - Octubre 19th, 2015 - Sin Comentarios »

20 cosas que para nuestros hijos pequeños significan mucho en su vida

nino feliz

Aunque para nosotros sean cosas sin mayor importancia, lo cierto es que para mis 2 niños casi y probablemente para muchos otros niños en sus edades (5 y 2) o cercanos a ellas este grupo de cosas, situaciones y actos, son el mundo y hacen su felicidad. Acá la lista:

1. Que todos los días les digas que los quieres y que son lo más lindo del mundo. Y si no lo dices, te preguntan, todo para que lo recuerdes.

2. Que los lleves a pasear solos. Sobre todo si hay más hermanos, ese tiempo de “a dos” lo necesitan tanto más que tú.

3. Que se sientan complices contigo. En comerse ese chocolate a escondidas, en jugar juntos, lo que sea.

4. En hacerte parte de sus juegos aunque no te dejen jugar. Nada más entretenido que jugar a la pelota con ellos y que misteriosamente la tengan todo el rato y metan todos los goles.

5. En dejarlos estar un “ratito más” en alguna actividad. Que ellos miren el reloj y te digan “5 minutos”, los que en tu sistema de medición son finalmente 1 minuto pero no importa, es adorable que ellos crean que saben de horas.

6. Ver sus fotos de bebé contigo. O cualquier foto en realidad o video, les encanta.

7. Que les preparen una comida especial y con alguna forma divertida. Un árbol de tallarines, una mariposa de plátano con naranja, cualquier cosa con forma divertida es para ellos el equivalente a una cena de 10 tiempos en el Hyatt si se las haces dedicada.

8.Tener algún día “de”. El “día del panqueque”, el “día de aventuras por la ciudad”, cualquier atividad se puede transformar en un ritual familiar y eso a mi hijo le encanta.

9. Dejarlos pisar ese charco de agua. Lo sé, a mi también me carga porque involucra automáticamente tener que llegar a secar zapatillas y cambiarlo de ropa, pero para ellos es hacerles el día.

10. Tener juguetes pequeños y llevarlos a todos lados. No necesitan mucho más, te ves muy lindo en la repisa camión gigante, peluche que costó lo que esas lindas botas de cuero que vi de pre-temporada me hubieran costado pero que no compré (por comprarte a ti peluche que me miras con esos ojos de “pero yo era más importante”). A veces nos gastamos plata demás en juguetes caros cuando la colección completa de Toy Story o los Rescue Bots que les compras a 5 mil pesos en el supermercado son el mundo para ellos.

11.Que cuando pidan ver a algún abuelo o tío o primo, lo lleves dentro del día. Como si hubiese sido su idea.

12.Que les cuentes que viste a su robot en la calle con unos amigos o a cualquiera de sus juguetes hablando. Me hace feliz a mi ver cuando le invento que sus juguetes estaban abajo conversando cuando él estaba en su pieza jugando o en el colegio, a veces incluso hemos dejado juguetes en otros lugares de la casa con su papá y luego le decimos “mira, Buzz estuvo acá en la mesa comiendo”. Su cara de asombro es impagable.

13. Que puedan solucionar sus propios conflictos. En la plaza con un niño que no le quiere prestar un juguete, cuando no pueden sacarse un zapato, sea lo que sea, quieren demostrarte que ellos “pueden solitos”.

14. Decirles que “sí” a alguna norma que en general es “no”. Porque así sienten que son capaces de cambiar el mundo y eso los llena de alegría, claro que mientras sea una norma que pueda flexibilizarse de vez en cuando.

15. Que si quieren vestirse de dinosaurio toda la semana, lo hagan. O superhéroe o lo que sea.

16. Que vean su película favorita un millón de veces y ojalá contigo al lado. Y que obviamente te sorprendas como si la estuvieras viendo por primera vez.

17. Que en la familia tengan un lema, canción o palabra mágica propia.

18. Que sus obras de arte y trabajos del colegio estén por toda la casa. Y literalmente, hasta en el baño él vaya y encuentre sus trabajos que con tanta dedicación ha hecho para todos o para ti solamente.

19. Que un día de la semana no se tenga que ir a la cama de inmediato. Y que ande en pijama por la casa un ratito.

20. Que un juguete que él quería mucho desaparezca y vuelva después de un tiempo a aparecer. Ya sea porque se perdió y lo volviste a comprar o porque “tuvo que desaparecer” y luego bueno, misteriosamente volvió.