Por: - Mayo 19th, 2016 - Sin Comentarios »

5 tips para comenzar a portar a bebés sobre el primer año

“Ya no lo porté desde que nació o era muy pequeñito, entonces imposible que quiera ser portado ahora”, me contó tímida una mamá que se nos acercó a mi y a mi hija hace unos días mientras paseábamos utilizando nuestro Adapt de Ergobaby.

“Yo tampoco la porté desde recién nacida o en su etapa más de bebé”, le comenté al mismo tiempo que mi hija me indicaba que mirara una rama con su dedo, buscando mi atención, feliz mirando ahora el mundo “desde arriba”.

“No me atreví en ese momento, pensé que me caería, que sería complicado, que no era mi estilo y que el coche siempre sería más cómodo”, continué contándole mientras ella asentía con la cabeza a estas razones, asumiéndolas también como sus razones para no haber portado.

Y así seguimos conversando por unos minutos acerca de toda la experiencia que ha sido descubrir esta forma de transporte-cuidado-apego y entretención que estamos cultivando no solo mamá e hija, el papá también se ha sumado a llevarla en portabebé y en dos “clicks” dejamos atrás el coche (que cada vez nos sirve menos viviendo en el sur de Chile) o los brazos que ya nos tenían a los dos con la espalda destruida, especialmente a los dos que tenemos operaciones en la zona lumbar.

En este nuevo “andar” he aprendido algunos trucos para portar a mi hija de un año que detallo a continuación:

1. Elegir un modelo que además de soportar el peso, sea ergonómico y esté especialmente diseñado para ir “creciendo” con el bebé. Por eso, esta nota sobre qué factores considerar al momento de elegir un portabebé te ayudarán a tomar una mejor decisión. Considera que una buena inversión será clave para obtener calidad y garantía de que estarás portando a tu bebé en un diseño ergonómico, que respeta su anatomía y no ejerce ningún tipo de molestia en su cuerpo. Algo parecido debe aplicarse para ti, como padre que portará, debes considerar que tenga un buen soporte lumbar, correas acolchadas, que distribuya el peso en igual proporción por tu cuerpo y que sea fácil de poner y sacar.

2. Realizar un proceso de “inducción”. No es llegar y portar cuando los niños son más grandes y acá lo aprendí a modo de ensayo y error. Había leído que podía no gustarle a mi hija y que era mejor portar por intervalos pequeños de tiempo y con elementos distractores como un bonito paisaje para que ponga el foco en otra cosa y no en esta nueva forma de cargarla. Así de a poco hemos ido saliendo por tiempos delimitados y cuando ya veo que no quiere seguir siendo portada la bajo pero en los ratos en que la llevo, trato de mostrarle lo increíble que es que mire todo ahora desde las alturas, que pueda ir tomando objetos, que se comunique conmigo a una sola mirada o que le puedo dar muchos besos si la llevo por delante o en la cadera. O bien lo entretenido que ha sido ir en la espalda de papá.

3. Ajustar bien correas, soporte y cinturón al peso de tu hijo antes de portarlo. Esto significa que tendrás que “ensayar”, varias veces cuál es el mejor ajuste para que no quede muy apretado o muy suelto tu hijo ya que al salir con él será difícil que puedas estar deteniéndote todo el tiempo a realizar estos ajustes y si algo he aprendido este tiempo es que a mi hija no le gusta que la baje o la cargue muchas veces para colocarla en el portabebé.

4. No portarlos con exceso de ropa tú y ellos y ponerles ropa cómoda para subirlos al portabebé. Llevar a tu pequeño de más de un año en portabebé es como transportar un pequeño generador de rico calorcito. Lo que es increíble para ti y para él que estará abrigado con tu calor de vuelta, pero ambos abrigados y acalorados en mi experiencia ha demostrado ser pésima combinación, mi hija se siente incómoda, quiere salirse y todo es caos. Por eso, la dejo con una chaqueta liviana y por encima llevo una chaqueta para abrigarme yo.

5. Hacer la conexión de que portabebé es igual a salir y disfrutar. Que la experiencia de portar sea placentera cuando tu hijo ya es más grande depende solo de tus ganas y los resultados te harán querer ¡portar siempre! Ahora es más fácil salir, pasear y tener otro tipo de interacciones con ella que aún es bebé y al mismo tiempo con mi hijo mayor, al que le puedo tomar la mano, algo tan simple pero tan significativo para ambos. Ya me pasó esta semana que en cuanto me vieron ponerme el portabebé me preguntaron ¿vamos a salir mamá? y el mayor corrió a buscar su chaqueta mientras la menor me estiró los brazos para que la subiera. Misión cumplida me dije en ese momento.

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