Cuando se acaban las papillas y comienza la “real” comida

Comenzó como una pequeña pataleta a la hora de almuerzo con la nana. El informe de la tarde hecho por ella sería luego, tres días más tarde, lapidario: “Julián ya no soporta la comida de guagua”. JA! dije yo, deben ser mañas temporales o que la papilla ya cada vez menos molida, tenía espinaca. Se le pasará fue mi conclusión y cómo no? si apenas tenía 1 año 8 meses en ese momento.

Pero cuando se trata de niños y sus comportamientos, ya es un 99% claro que el que ríe último…y así fue, tras una semana de pataletas, devoluciones varias y en todos los formatos, amenazas, comida regada por todas partes, papás peleando, etc. nos rendimos y decidimos que no más comida de “guagua”, era hora de entrar con la comida de a de veras.

Se inició entonces otro proceso, yo, que tenía todo perfectamente sincronizado con sus pautas de alimentación y dónde y cómo se guardaba cada una de sus papillas, ahora tenía que ponerme de cabeza a buscar cómo diablos acomodábamos el menú de la casa para que él pueda comer bien, sano y sin tanto aliño o frituras.

Por ensayo y error hemos estado ya casi dos meses en esto y debo reconocer que no ha sido fácil, que hay días en que lo único que come es el tomate o cualquier verdura o ensalada que tenga la comida, que otro día sólo come arroz y el pollo lo deja, o que al día siguiente es a la inversa, si hasta el famoso ketchup con papas fritas y las vienesas hicieron su aparición cuando había jurado de guata meses atrás a mi mamá que mi hijo JAMÁS comería chatarra! (Ay Dio! tanta tontera que una habla no?)

Con todo esto, internet se convirtió en mi fuente de sabiduría y así he encontrado recetas, fórmulas y otras enseñanzas para hacer que este niño coma, pero de todos, me quedo con kinderkitchen, un blog o tumblr, donde una mamá (chilena) muy creativa, hace recetas simples para su hijo. He probado varias ya, sobre todo la de salsa de tomate, y lo recomiendo 100%.

En definitiva, ha sido toda una hazaña, además ya sabemos que comidas no le gustan y yo no quiero repetir el patrón de mi infancia “te quedas toda la tarde sentada hasta que te lo comas”, no señor, creo que eso acarreó una relación muy culposa con la comida y hasta hoy hay cosas que no soporto comer porque me recuerdan a mis mañas de comida o bien no dejo nunca el plato con comida porque hay que comerlo todo!

Así que si alguna está en la misma que yo, de chef y detective de gustos y recetas de comida para niños, va el dato antes mencionado y este más este para hacer las presentaciones de las comidas más entretenidas. Así que a cocinar y paciencia…muuuucha paciencia!

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