¡Culpable! 12 divertidas confesiones de madre

En el día a día de nuestra maternidad existen pequeños pecadillos divertidamente confesables que cometemos y de los cuales me declaro absolutamente culpable y ah! lo que es peor acá, me siento ¡culpable sin culpa! Acá mi listado. ¿Y ustedes, cuáles son los suyos?

1. Me como las cosas ricas reservadas para momentos especiales y “confisco” sorpresas y piñatas. Un picoteo reservado para el almuerzo del domingo o el cumpleaños, esas papas fritas que no dejo comer y cientos de bolsitas de sorpresas y piñatas de cumpleaños, todo, todo puede ser devorado en una noche de películas o de desvelo materno.

2. Hay días en que no quiero compartir. Escondo siempre un chocolate en mi velador, dentro de otra caja y luego dentro de otra caja, son mis salvavidas ante situaciones que requieren un poco de chocolate y cuando hay días en que NO quiero compartir. Porque todo el día tengo que compartir y hay veces en que soy la peor (la peeeeeor) madre de todas y quiero disfrutar de un chocolatito, a solas.

3. Tomo bebidas gaseosas. Mis hijos pueden de vez en cuando caer en tentaciones dulces, no soy una talibana de la alimentación, pero no transo con las bebidas. No la conocen y no les gustan en realidad o no les llaman la atención, pero a mi me gustan, debo confesar que disfruto una bebida burbujeante y que suene de tanto gas. ¡Tsssss!

4. En más de una ocasión, los cuentos incluyen sospechosos mensajes subliminales para ellos. “Entonces el oso le dijo a sus amigos: “Juli, debes hacerle caso a tu mamá”. Y mi hijo me mira, mira al libro y sus dibujos y luego me dice: “mamá, el osito no dijo eso”. “Sí, si lo dijo, acá está escrito”. Fin del cuento.

5. Voy al supermercado feliz. Cada pasillo me cuenta una historia, cada oferta siento que es una bendición que no debe ser tomada a la ligera y hasta me entretengo en la sección juguetes. Lejos, mi mejor panorama.

6. He inventado juegos con ellos donde “debo” estar sentada o acostada en el sillón. Lo siento, no todos los días soy la mamá creativa o full pila que corre y salta e improvisa o los estimula y desarrolla su inteligencia al máximo. Hay días en que estoy agotada porque dormí 3 horas pero aunque ellos también hayan dormido 3 horas, inexplicablemente al otro día andan como si hubieran dormido 18 horas, pero yo no, yo ando con la barrita de energía a un 10% y no me da para andar corriendo. Así es que jugamos al doctor, a la Blancanieves, Rapunzel o cualquier otro juego que no involucre mi verticalidad.

7. Bailo en las tardes con ellos no para que se diviertan sino para MI diversión. Las únicas instancias que me van quedando para bailar son ir a un matrimonio, a un evento de trabajo o a Zumba, entonces, para poder seguir bailando, que me encanta, pongo la radio a todo volumen y bailamos todos y yo hago mis pasos y ellos hacen los suyos y todos felices.

8. Les digo que sus programas de televisión “se echaron a perder”. “La compañía de TV” últimamente ha tenido muchas fallas y bueno, don´t care si es una mentirilla blanca, hay días en que no da para andar explicando a un niño de 3 años por qué vamos a apagar la TV un rato o por qué no debe ver tal o cual programa después de que me ha preguntado 100 veces “¿por qué mamá?”.

9. Les digo que la juguetería cerró inexplicablemente. Si salimos y pasamos por una juguetería, hay dos opciones, o entramos y luego la caja “no funciona” o simplemente la juguetería cerró. No siempre hay tiempo (y ganas) para estar explicando por qué no podemos estar comprando un juguete cada vez que salimos a una parte donde nos encontraremos con juguetes a la venta.

10. Les digo que no entiendo qué me están diciendo sólo para volver a escuchar una palabra que pronuncian tan deliciosamente mal. Es tan pero tan adorable escucharlos hablar y pronunciar mal sus palabras que cuando la pronuncian finalmente bien hasta me da pena porque siento que con eso me van demostrando que cada día que pasa, menos guaguas son y más rápido van creciendo. Snif.

11. Les preparo comidas con vegetales ocultos. He aprendido a cocinar creativamente comidas que incluyan todos los nutrientes y como quedan ricas, no hay mucho cuestionamiento respecto a “esto malo” que según ellos puede contener su plato.

12. Me duermo antes que ellos cuando los hago dormir. Trato de hacerlos dormir estando yo despierta, pero no siempre se puede, no siempre se pue…zzzzz….