Momimom

Estar embarazada no es el comienzo de una vida abierta a todo el mundo. No todos deben saber todo sobre mi estado, a nadie le debiera importar si fue “un accidente”, si “estábamos buscándolo”, si “resultó a la primera” o en consecuencia si tuvimos algún problema. A la única persona que le debe importar es al ginecólogo y la matrona. Fin. Pensaba eso con cada uno de mis embarazos, mientras recibía esta pregunta hasta en la fila del supermercado, donde una vez me preguntaron cuántos meses tenía porque si eran menos de 6 entonces no tenía por qué estar en la fila especial. Y no, no le respondí con la frase más ingeniosa y lapidaria de todas, solo ignoré a la señora, mamá como yo.

Pero esa es una opinión, al parecer, que nadie escucha de ti, la embarazada. Y que no se te ocurra decir que “prefieres no hablar del tema” o “que por qué la pregunta”. La embarazada no puede andar diciendo esas cosas, la gente te pregunta porque está tan feliz como tú y quiere saber más de tu estado para sentir también tu dicha.

Y está bien que quieran saber, está bien contar, pero he aquí lo esencial de esta reflexión: es contar lo que tú quieras contar, y si tu personalidad es de contarlo todo, que te encanta que te pregunten cosas y eres un libro abierto, ¡genial! Yo soy así un poco también, pero eso no significa que deba contarlo todo, responder todo o hacer también preguntas, que las he hecho y luego, cuando me tocó a mi estar embarazada, me arrepentí de haber sido así.

He aprendido a respetar a quien es más reservada con sus temas, porque el embarazo no va a cambiar ese rasgo de personalidad. El embarazo es un estado único, es muy personal, entre uno como mamá y el hijo que llevamos todos los días a todas partes. Lo compartimos con la pareja o a veces no es el caso, a veces se pasa muy sola. Cada experiencia es diferente y eso convierte al mismo tiempo en incomparable cada situación.

Por otra parte, pareciera ser que el embarazo abre  asimismo, un portal a la comparación, “AAAAH es que a la Juanita le pasó lo mismo” o a que una empieza a contar algo y finalmente, te das cuenta de que te preguntaron algo solo para que la que te preguntó, generalmente otra mamá, te empiece a hablar DE SU EXPERIENCIA. Y tú ahora escuchas y de paso, te asustas.

Y para resumir, acá un pequeño decálogo-resumen de las preguntas que más me hicieron en mis dos embarazos y que no, no quería todo el tiempo, tener que responder.

1. ¿Fue un accidente?
2. ¿Fue planificado?
3. ¿Cuánto tiempo llevaban en campaña?
4. ¿Les costó mucho?
5. ¿Quieren niño o niña?
6. ¿Qué crees tú que será?
7. ¿Dónde lo vas a tener?
8. ¿Quieres parto normal?
9. ¿Con anestesia?
10. ¿De pie o acostada?
11. ¿Sin anestesia?
12. ¿Cesárea?
13. ¿Te da mucho miedo el parto?
14. ¿Te han contado que algunas quedan con muchos problemas “ahí abajo”, cierto?
15. ¿Qué nombre le van a poner?
16. ¿Y han tenido algo de acción entre ustedes o na ni na?
17. ¿Cómo están tus pechugas?
18. ¿Te duele?
19. ¿Le vas a dar solo pecho…cierto?
20. ¿Le vas a dar pecho o relleno?
21. ¿Cómo lo van a criar?
22. ¿Te has informado cierto?
23. ¿Y están seguros que viene sanito?
24. ¿Cómo está el futuro papá?
25. ¿Qué antojos tienes?
26. ¿Cuánto has subido de peso?
27. ¿Por qué has subido tanto de peso?
28. ¿Por qué has subido tan poco de peso?
29. ¿Te estás alimentando bien cierto?
30. ¿Tienes mucho miedo al parto?
31. ¿Sabes que no vas a volver a dormir más cierto?
32. ¿Y vas a volver a trabajar?
33. ¿Ya le compraron todo a la guagua?
34. ¿Y aún no le compras nada a la guagua?
35. ¿Sabes que es de mala suerte comprarle cosas a la guagua antes del 7 mes?
36. ¿Sabes que no tienes que contar que estás embarazada hasta la semana 12 cierto?
37. ¿Y puedes dormir en la noche?
38. ¿Y te ha dicho algo el doctor por “algo” (lo que sea)?
39. ¿Y cuándo crees que te falta?
40. ¿NACIÓ?
41. ¿Y si te inducen?
42. ¿Y si algo sale mal?