El día del amor ahora siendo padres
En la adolescencia, celebrar el 14 de febrero o el Día de los Enamorados, San Valentín o el Día del Amor, tenía, desde principio a fin, pura adrenalina…desde un “¿pero le gustaré?” hasta un “¡Sí, le gusto!” y terminando con un “¡Es el amor de mi vida!” esta fecha se celebraba con altos y bajos emocionales no aptos para personas impresionables.
Pues bien, este mismo día, llevándolo a un par de años más tarde, ya siendo padres, se vive de la misma manera, cómo así dirán ustedes, bueno, es así, pero el foco va hacía otro lado, partiendo por preguntas del tipo: “¿Pero, hay que celebrarlo?” hasta un “Ok, pero no podemos salir, qué hacemos?” y terminando en un “¿mmmm…noche romántica? ¿y si dormimos mejor?”
¿Ven? Pura adrenalina porque nos plantea preguntas que no nos hacemos durante el año, pero lo cierto es que a pesar de que no celebremos o le demos tanta importancia a un día como hoy, lo fundamental es tratar de hacerse estas preguntas en algún momento del mes, recordando que ser padres es la consecuencia de ese primer sentimiento adrenalínico de cuando se conocieron la primera vez, de todas las aventuras juntos cuando eran solo dos hasta avanzar a esta etapa, de niños pequeños, de un niño pequeño o de esperar al primer hijo.
Y si no celebran como pareja hoy no importa, la verdad es que nosotros como pareja nunca hemos celebrado el día saliendo a comer o haciéndonos regalos, pero sí, los dos recordamos que en días como este, hay que decirse “te quiero”, hacer una comida rica en casa, ver una película, planificar el romance de más tarde (wink-wink) y finalmente, en un acto de completo amor y entrega, dejando que por una noche, uno de los dos, pueda dormir profundamente, sin interrupciones. And that is real love.
Y acá unas tarjetas para dedicar como papás enamorados en el día del amor. ¿Qué más amor podría haber en esta frase?