Entrevista a Andrea Cardemil, autora del libro “Separarse con niños pequeños”

Hace un tiempo publiqué en la sección libros la reseña a “Separarse con niños pequeños”, de la psicóloga infanto-juvenil y magíster en psicoterapia integrativa, Andrea Cardemil. La respuesta a ese post fueron muchas preguntas de mamás que pasando por este proceso, necesitaban de algún tipo de guía o ayuda más allá del apoyo familiar o de redes que pudieran tener, algo a la mano, para consultar y tener de referencia en momentos de crisis dentro de lo complejo que puede llegar a ser separarse.

Andrea Cardemil, quien además es autora del libro “Apego Seguro”, conversó con Momimom respecto al libro y los temas que aborda, particularmente aquellos relacionados con las formas de contenera a los niños durante la separación, entregarles herramientas efectivas y por otro lado, conversamos acerca de las particularidades que conlleva el separarse durante la infancia de los niños, los cuales muchas veces se ven inmersos en situaciones que a su corta edad, les es imposible manejar. Lee a continuación la entrevista:

1. En la primera página del libro, abres contando de que eres separada, al respecto, ¿crees que en nuestra sociedad el tema de la separación con niños pequeños es algo aún tabú? ¿se ha normalizado? ¿qué percepción tienes sobre esto?

Yo creo que la separación se ha normalizado bastante, pero no 100%. Una vez postulé a un colegio católico para trabajar como psicóloga infantil y me dijeron que no porque estaba separada. Obviamente después de eso a mis hijas las postulé a puros colegios laicos. Salvo uno que me gustaba mucho y que decía que no discriminaban, pero cuando mi hija estaba dando el examen me enteré que había solo un cupo para niños de padres separados versus 59 cupos para niños con padres juntos ¿Acaso eso no es discriminación? Una vez llevé a mi hija al dentista la cual me dijo que mi hija estaba en “riesgo social” por ser hija de padres separados. Al preguntarle
porqué decía eso me dijo “al estar separados tienen menos chance de lavarle bien los dientes”.

Lo otro que me ha tocado ver en la consulta son mamás separadas o solas que se sienten profundamente rechazadas o incomprendidas por sus familiares y grupos de amigos religiosos. Con
frecuencia me dicen “es que en mi familia soy la única separada e indirectamente me culpan por todo lo que le pasa a mi hijo”.

2. ¿Cuál crees que es la importancia de contar con una red de apoyo para los padres a modo de contención tanto para ellos como para los hijos?

Esencial. Separarse está considerado como una de las situaciones vitales más estresantes que uno puede vivir, independiente de quien tome la decisión. Por lo mismo, es muy importante contar con una buena red de apoyo que ayude, acompañe y brinde contención.

Esto es importante, no solo por bienestar de los padres, sino también de los niños, quienes dependen 100 por ciento de ellos para estar bien y salir adelante.En momentos de crisis no es fácil funcionar bien y tomar buenas decisiones. Menos contener y ayudar a otros. De ahí entonces el valor de cuidarse y de aceptar y pedir ayuda.

Por su parte, los niños también necesitan redes de apoyo. Familiares y adultos significativos, amigos y profesionales si es necesario. Se ha visto que tener este tipo de apoyo disminuye las posibilidades de que el niño desarrolle problemas mayores.

3. Cuando hablas de los duelos y procesos que vivirán los niños por edades, en tu experiencia como terapeuta, si bien no existe una “edad” ideal para separarse con niños pequeños, ¿qué hay de cierto y comprobado respecto al impacto que produce en los niños según su edad la separación?

Mucho. El impacto que genera la separación es distinto en función de la edad y de la etapa del desarrollo que se encuentra el niño.Lo que me ha tocado ver tanto en la práctica como en estudios es que la edad determina de manera significativa los tipos de temores y preocupaciones, como también las fuentes de estrés. Por ejemplo, no es lo mismo separarse con un niño de 2 años que uno de 9. El impacto es completamente distinto. Mientras el de 9 años le cuesta aceptar la nueva realidad familiar y fantasea con que los papás vuelvan, el de 2 años teme que sus padres desaparezcan y le cuesta mucho estar lejos de su figura de apego principal.

4. En términos sencillos, ¿cómo pueden manejar las madres o padres el estado de estrés que se genera en el niño por no ver a un progenitor durante una cierta cantidad de días?

La respuesta depende de la cantidad de días. No es lo mismo manejar el estrés que puede sentir un niño al no ver a la mamá el fin de semana que no verla una semana o quince días.

Antes de contarte qué se puede hacer, me gustaría dejar claro que hay que tratar de que el niño eche mucho de menos a uno de sus padres, para lo cual es indispensable establecer un régimen de visitas en función del niño y no de lo que nosotros queremos. Esto permite que el niño tenga una buena relación con ambos padres y se estrese poco.

En esta misma línea es importante que el régimen sea progresivo, especialmente en una primera etapa.Con niños pequeños es importante que puedan predecir cuando ven a mamá y a papá. Por desarrollo cognitivo a los niños les cuesta entender y manejar los tiempos. Para ellos una semana puede ser un mes. Por lo mismo, no saber cuándo van a volver a ver a mamá y a papá les puede generar angustia. De ahí la importancia de que el régimen sea predecible.

Esto se puede lograr teniendo un régimen de visitas estable que les permita predecir cuando ven a cada uno de sus padres y un calendario que les permita visualizar este orden.

Además de la predictibilidad, recomiendo que haya cierta continuidad entre las casas. Que el niño no sienta que cuando está con la mamá no existe el papá y viceversa. Para eso, se le debe permitir hablar con naturalidad del otro padre y permitirle hablar con él cuando quiera. También se les puede ayudar permitiéndole transitar de una casa a la otra con un objeto transicional.

Lo otro que recomiendo es contener la emoción y ayudarlo a resolver lo que le pasa. A veces basta con ayudar al niño a verbalizar “echo de menos a papá”. Otras veces es necesario ayudarlo hacer algo con lo que siente, como por ejemplo llamarlo por teléfono o hacerle un dibujo.

Obviamente, si echa mucho de menos y está sufriendo, podría ser necesario regresarlo antes o ayudarlo a ver al padre que no está. Cuando un adolescente quiere ver al padre que hecha de menos, lo llama y le dice “¿Salgamos a comer?” “¿Tomémonos un café?”. Un niño pequeño no puede
hacer eso y depende de nosotros. Cuando una de mis hijas echa de menos a su papá siempre veo la posibilidad de que lo vean, aunque sea un ratito.

5. El diagrama de regulación emocional propuesto en el libro es una excelente guía para poder ayudar a los niños a regular sus emociones, cuéntame un poco cómo llegaste a su elaboración y experiencia.

Si, es una excelente herramienta. Yo lo uso con mis hijas y es maravilloso. El diagrama de regulación lo fui elaborando de apoco, desde que hice mi tesis de magíster en autorregulación preescolar hasta que fui madre y pude ver como son las cosas en la realidad. Creo que mi gran aporte fue bajar la teoría a la práctica.

Para su elaboración me nutrí principalmente de la teoría de apego, de los avances en Neurociencias y de los aportes de distintos autores como Violet Oaklander, Peter Fonagy, Felipe Lecannelier, Allan Shore, Daniel Siegel y Edward Tronick. Y como estoy formada en psicoterapia integrativa de alguna manera estoy acostumbrada a unir conocimiento con sentido y a no quedarme solo con una cosa en desmedro de otras.

Mis hijas fueron clave en este proceso. Mi hija menor es muy intensa, ni te cuento lo que fue su época de pataletas, y mi hija mayor es extremadamente sensible. ¡Creeme que me pusieron los desafíos necesarios para elaborarlo!

Mi experiencia es que sirve. No solo para contener en el momento, sino para que los niños de a poco vaya aprendiendo a manejar sus emociones. También sirve para que se conozcan, desarrollen empatía y aprendan cómo actuar cuando otros están mal. Yo he visto a mis hijas contener a sus amigas cuando están mal y es muy lindo.

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