Por: - Diciembre 5th, 2013 - 2 Comentarios »

La valiente decisión de tener al segundo hijo

Hace unos días estuve con amigas y conocidas que están o ya embarazadas de su segundo hijo o bien están empezando a poner todos los papeles en orden para encargar el retoño número 2, por lo que las preguntas inevitables “Y tú cuándo? o “Y todavía no?” Fueron más de una vez pronunciadas en aquella reunión.

Y ay! ay! Sólo pensarlo, ponerme en el escenario y asumir que será toooodo de nuevo, en todas las noches sin dormir, en el esfuerzo que la maternidad implica y en los costos, tanto financieros como emocionales que tener un hijo implica, me reafirmo de inmediato que no, por ahora no.

Y es que decidir tener un segundo hijo no es tarea fácil. El primero se piensa (o no) y se “crea” por así decirlo, con pasión y muchas ganas, su espera es llevada con exactitud matemática y ningún detalle se nos va, pero tener un segundo creo que debe ser un proceso ya más de “aquí vamos de nuevo” pero sabiendo muy bien lo que conlleva.

Porque no es sólo el gran cambio de número en la familia, es pasar por un nuevo embarazo y sus sacrificios, casi diez meses de espera y cansancio y luego tener dos guaguas y no una a la que cuidar. Cómo podré dividir mi tiempo y cariño? Uf! Complejo!

Recuerdo cuando llevábamos a Julián a los controles, con ojeras, cansados y ansiosos y el pediatra nos miraba con cara de “no se van a dar ni cuenta y ya van a estar con otro en camino”, cuando le contábamos con mi marido lo difícil que era criar. Pero como todo proceso, una vez que se domina se hace llevadero y hoy las visitas al pediatra son “sí, ya lo sabemos” y bueno, él también se hace parte de la presión social y nos pregunta obviamente cuándo el segundo. En ese momento, se escucha sólo una risa como respuesta.

No podría decir jamás, me quedo sólo con uno, yo tengo tres hermanos y mi marido también, nuestros papás son también de familias grandes y no pensamos en dejar a nuestro hijo como el único, evidentemente no será así, el tema es cuándo, porque todas las otras preguntas ya están respondidas. Sabemos bien en temas más terrenales que se necesita plata, no millones pero si un poco más, lo suficiente para darle isapre y pañales, porque de que el segundo hereda todo, es la ley de la vida no más, no vamos a estar comprando otra cuna, otro coche, etc. Lo divertido es que si uno habla de temas “dinero” con la tribu más vieja siempre te dirán “si fuera por eso tú no estarías acá”. Y bueno, uno tiene que guardarse todos los argumentos tan estratégicos al respecto y agradecerles por haber sido más hippies al respecto.

Admiro a todas las que ya se decidieron y me gustaría preguntarles qué fue lo que determinó la llegada del segundo, algunas dirán que fue un lindo “ups” y otras que fue muy pensado. Sea como sea, creo que debe haber un momento preciso, un llamado instintivo que te debe decir “estamos listos”. Sólo espero estar lo suficientemente tranquila como para poder escucharlo y embarcarme de nuevo en toda la aventura del embarazo y de que eventualmente algún día seremos cuatro, nunca más tres.

Relacionados