Por: - Septiembre 17th, 2016 - Sin Comentarios »

¿Tu hijo se ve más grande que los niños de su edad? 10 situaciones con las que te sentirás identificada

“SÍ-se-ve-más-grande-pero-es-pequeño-de-edad”. Esa es mi frase emblema de mamá en público con mis hijos. Primero fue con mi hijo mayor de 4 años y porte de un niño de 6 y ahora comienza a ser mi frase favorita con mi hija menor, que a su año y 8 meses es del porte de una niña de 2 años y medio.

Porque si bien nunca pensamos con su padre que pudieran ser tan grandes para la edad que tienen, hay algo de genética que se coló en sus ADN´s y frente a eso nada que hacer. Lo más divertido de esta realidad, con la que muchas otras madres con hijos grandotes se sentirán de seguro identificadas, es que cuando nacieron eran unos ratones minúsculos que no alcanzaron a pesar 3 kilos y su estatura tampoco era precisamente un predictor de lo que se venía.

Hoy, con dos niños por sobre la talla promedio me enfrento, especialmente con mi hijo mayor, a una serie de situaciones cotidianas que paso a detallar:

¿Tu hijo se ve más grande que los niños de su edad? 10 situaciones con las que te sentirás identificada

1. No encuentras jamás ropa de su talla. Así es, ya dejé de comprarle a mi hijo de 4 años en la sección bebés, porque aunque sea talla 4 la ropa que venden, le dura el fin de semana puesta y luego hay que decirle adiós para siempre antes de que parezca un pequeño gigante.

2. Lo ubicas entre las multitudes…siempre. No necesito un GPS para ubicarlos, solo basta dar una mirada tipo panorámica y sus cabecitas sobresaldrán entre las otras cabecitas, todo el tiempo.

3. La gente espera más cosas de ellos “porque se ven más grandes”. Esperan que hablen bien, que se porten “de acuerdo a su edad” y que hagan cosas que aún no son capaces de hacer, ahí mi frase clásica es “tiene solo tal edad” y con eso doy una mirada de esas de mamá tigre y con eso se acabó el problema.

4. Se caen más veces de las que debieran. Sus piernas largas y cuerpo extra large para la edad les juega malas pasadas en el tema coordinación y generalmente se caen o tropiezan con sus propios pies.

5. Hay que cargarlos y llevarlos en brazos cuando se cansan y el cuerpo de madre a veces no da. Y son pesados y largos y mis pobres brazos ya han desarrollado músculos. Además de la obvia mirada de la gente que me ve cargando a mis pequeños gigantes.

6.La silla de auto les queda rápidamente, muuy chica. Hemos cambiado 3 veces la silla del auto para ajustarla al tamaño de mi hijo mayor y ya está utilizando la butaca que es para niños sobre 20 kilos, así es, con 4 años ¡mide 1.20 y pesa 20 kilos!

7. La cuna, la bicicleta y el coche también se les hizo chicos. Tuvimos que decir adiós a la cuna de mi hijo mayor que era supuestamente hasta los 4 años hace ya dos años, ahora la ocupa su hermana chica que de chica no tiene nada, así es que prontamente estaremos cambiándola también a cama. Lo mismo con la bicicleta sin pedales, le queda demasiado pequeña a mi hijo mayor y el coche ya no existe prácticamente.

8. Alcanzan literalmente todo y hasta aprenden lo que no deben hacer, más rápido. Las puertas no representan ningún desafío para mis dos hijos, menos las repisas o todo lo que esté lo suficientemente alto, se las ingenian como sea y llegan hasta su objetivo, en un 99% de las veces.

9. Las pataletas o berrinches son un poco más notorias. Y con un escándalo de su tamaño, lo que claramente atrae la atención de las personas que están ahí listas para opinar lo que nadie les ha preguntado.

10. Hay que aprovechar cada minuto de “guagua” que les va quedando porque obviamente, crecen muy, muy rápido. Los miro cada noche, al acostarlos o también durante el día y los abrazo creo más de lo necesario y les preguntó todos los días por qué están creciendo tan rápido…¡quiero a mis bebés pequeñitos de vuelta! Pero luego los vuelvo a mirar y me encanta que sean así, únicos, los más grandes en todo sentido y no puedo disimular mi orgullo de madre, simplemente, no puedo.

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