Un diente dulce! Tips para controlar el consumo de azúcar en los niños

Cuando yo era chica y la bebida era un lujo de los cumpleaños o el fin de semana y si querías un dulce tenías que juntar pesos para comprar de esas pepitas de colores en el almacén de la esquina, entonces las ganas que se generaba al respecto eran considerables, más si tomamos en cuenta de que nuestros papás no tenían las miles de opciones que nosotros como papás tenemos hoy en cuanto a oferta de comida chatarra, dulces, chocolates por montón y las colaciones que vienen en todos los formatos y calorías.

Por lo mismo, aunque cueste, creo que uno debe tomar un poco el camino que tus padres siguieron y pensar que no se trata de restringir los dulces, bebidas y chatarra sino que más bien es dosificar, dejar estas opciones para ocasiones especiales y no hacer de estas comidas un hábito, porque en el momento en que comenzamos a comprar estas cosas para la casa y el día a día, no sólo los niños pierden sino que también nosotros, porque claramente, si en mi despensa hay chocolates, dulces y galletas, que no quede duda alguna que me los comeré.

Mi hijo hoy tiene un poco más de dos años y sin haber hecho demasiado al respecto, sólo manteniendo una rutina de comer normal, creo que entiende perfectamente que cuando aparece un dulce o un chocolate, es un momento especial y lo disfrutamos entre todos.

¿Cómo? La misma pregunta me he hecho yo y por eso acá enumero una lista con sencillos consejos del pediatra, madres, mi madre, mi experiencia y el comportamiento de mi hijo:

1. “Hacer el momento”: crear un ambiente, explicándole con palabras sencillas que “¡mmmmm qué rico! Vamos a comer este dulce viendo tu película favorita o de paseo en el parque”. Así entenderá que los dulces están reservados para ocasiones especiales y no es parte de un día a día.

2. La bebida no existe: Esto es muy simple, si no hay bebida en la casa, entonces no habrá estímulo y no se genera la necesidad. Además, como nunca la han probado, el momento en que lo hacen, generalmente no es muy agradable por el gas que les pica en la garganta o porque la encuentran amarga, así es que si no se le ofrece al niño difícilmente se hará fan del tema. Mejor jugos sin azúcar o agua.

3. Los chocolates y dulces, tratar de que sean de buena calidad: Si le vamos a dar un dulce que ojalá no sea el que trae pura manteca o el que trae más colorantes. Existen muchas alternativas mejor elaboradas, aunque cuesten un poco más, no se trata tampoco de reemplazarlos por una bolsa de pasas en vez de sorpresa de cumpleaños (me ha pasado) pero hay que darse un tiempito buscando, viendo ingredientes y asumiendo que ese chocolate marca Pepito en realidad ni tú te lo comerías, ¿porqué entonces tu crío?

4. Las colaciones, lo más variadas posibles: El jardín de mi hijo entrega una minuta semanal y creo que todos los jardines lo hacen por lo que no me complico mucho y lo sigo al pie de la letra. Es muy equilibrado y consiste en incluir todas los días un sólido diferente con el líquido fijo: pan integral, cereales, fruta, galletas y los viernes una colación compartida.

5. Hacer los snacks: Como claramente,  no soy Martha Stewart precisamente, tengo que recurrir a sitios tan maravillosos como Pinterest para sacar ideas de snacks saludables, les dejo mi tablero para inspiración y verán como sus hijos disfrutan el home made snack, muy diferente a algo comprado.