Por: - Noviembre 10th, 2013 - 2 Comentarios »

El primer diario de vida o libro de mi hijo

Al día siguiente de nacer Julián, estando en la clínica, mi mamá y mi hermana, madrina de mi hijo, llegaron con un libro comprado en Papelaria, era el “libro del bebé”, algo así como su primer diario de vida o libro con una serie de lindas ilustraciones, secciones y espacios para poner recuerdos que en tu cabeza rápidamente pueden amontonarse en esta locura que es tener un recién nacido en la casa.

Así por ejemplo, descubrí, que tenía que ir documentando ciertos hitos importantes que a pesar de que todos te digan o hayas visto hasta el cansancio en otros lados, a uno, sin ninguna mala intención, se le va guardar. Guiada entonces por el lindo librito comencé a crear momentos y por otro lado a fijarme en que ciertos momentos tenían que estar impresos y escritos para la posteridad.

Partí de esta manera escribiendo cosas pequeñas, cambiando a veces la narrativa entre cosas que me imaginaría contaría él como por ejemplo “Qué pasó en mis primeras 3 semanas de vida”, “La llegada a casa” y otras novedades que contaría su mamá y que tenían que de alguna manera ser escritas prontamente, esto porque hoy, a un año y cinco meses de su llegada, trato de acordarme de algunas cosas y no hay caso, y de las miles de fotos que uno toma colapsando el teléfono, finalmente ni te acuerdas que las tomaste.

Precisamente, en ese detalle también me tomé un tiempo, justo antes de volver del postnatal, y con el miedo irracional de sentir que dejaba “botado” a mi crío, partí, Groupon en mano, a revelar 200 fotos entre tomadas por mi teléfono y otras con la cámara. El resultado? Creo que luego de 2 días seleccionando entre, sin exagerar, 3 mil fotos, logré sacar 200, guiándome estrictamente por las secciones del libro que incluían temas como “mi primer baño”, “la primera comida”, “la primera salida” y así, empecé a poner en imágenes los recuerdos escritos.

Hoy, aunque todavía no termino el libro, me queda espacio para un par de fotos, sí puedo decir que si mañana tomara el libro mi hijo y lo leyera, se pondría feliz de saber que su mamá documentó su nacimiento y los hitos de su primer año, en un libro que recién comienza, el libro de su vida.