Por: - Febrero 20th, 2019 - Sin Comentarios »

Lo que pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos

Históricamente se ha asociado el amor al corazón sin embargo a diferencia de lo que muchos piensan, este sentimiento tiene su origen en el cerebro. El Dr. Andrés Gallardo, neurólogo de Clínica INDISA explica que “efectivamente, existe un área cerebral específica en el cual se origina el amor, denominado núcleo accumbens, al cual podemos denominar el centro del placer”.

Cuando nos enamoramos, nuestro cerebro se ve influenciado con distintas hormonas, donde la dopamina es la sustancia química que interviene en los receptores del placer. “Al encontrarnos con ese alguien o algo que nos gusta, se libera este químico que estimula fuertemente el núcleo accumbens generando una sensación de satisfacción plena” explica el profesional.

El placer que se produce en está área cerebral, forma parte de un circuito de recompensa, es decir, a medida que más nos exponemos a esta sensación, más la necesitamos, al igual que lo que se conoce en una adicción.

Si bien la dopamina es la sustancia principal, existe un aumento en la liberación de otras hormonas y neurotransmisores. “La adrenalina es una de ellas y es quien causa esa sensación conocida que se produce en una cita o al ver a aquella persona” agrega el experto. Se incrementa la frecuencia cardiaca, se contraen los vasos sanguíneos y se dilatan las vías aéreas. “Efectivamente, algo como una sensación de mariposas en el estómago” afirma el Dr. Gallardo.

Por su lado, la serotonina es la hormona que normalmente se encarga, entre otras cosas, de regular los estados de ánimo, además de influir en el deseo sexual. “Cuando una persona se encuentre con un referente intelectual o físicamente atractivo, que entrega aprobación y comentarios positivos, hace que se libere esta hormona en nuestro cuerpo, provocando una significativa mejoría anímica”, añade el neurólogo de INDISA.

“Al ser el amor parte de un circuito de recompensa, es común que se diga que el enamoramiento es solo pasajero, ya que nuestro cerebro pide cada vez más estas sustancias. Sin embargo, si una pareja va innovando en su rutina, puede llevar esta sensación a un continuo”, finaliza el Dr. Gallardo.