Por: - Abril 11th, 2016 - Sin Comentarios »

5 frases que he escuchado siendo mamá que trabaja desde la casa

Cerca de un año cumpliré en junio de haber renunciado a mi trabajo, a veces lo extraño, no lo niego, la adrenalina de los deadlines, de las reuniones, compartir con compañeros de trabajo, tener conversaciones adultas, vestirse y ponerse accesorios “de trabajo” y así, una serie de pequeñas cosas, se echan de menos.

Pero tal como en esa típica imagen de la Rana René, me acuerdo luego de todas las veces en que corría de un lado a otro, en que tenía que cumplir con miles de cosas el día anterior para no perderme una actividad en el jardín de mi hijo, en todas las veces en que se enfermó y me llegaba a enfermar yo también de los puros nervios de tener que llamar a mi jefe para decirle que no podría llegar a trabajar porque estaba en la clínica y así, de tantas cosas que suceden a una mamá que trabaja dependiente, que créanme, se me pasa.

Ahora trabajo de igual manera, y creo que más que antes donde cumplía horario y listo, ahora me levanto a las 7 y no paro hasta la medianoche, entre medio de la crianza, de los miles de compromisos que tengo a diario con los niños, con la casa, marido y con mi trabajo de medio tiempo y el blog, pero aún así, con todo, me siento feliz y tranquila con la decisión, por eso, cuando me han dicho alguna de estas frases que a continuación paso a detallar, la ira, la furia y la pasión de apoderan de esta madre. ¿Les ha pasado también que les han dicho las siguientes frases?

1. ¿Y qué haces todo el día? Esta frase en general la respondo con ironía: “piñas coladas y fusión nuclear entre otras ocupaciones”, respondo. ¿Qué hago todo el día? Muchas cosas, pero no es necesario explicar, eso antes lo hacía, me desvivía en justificaciones. Hoy, “piñas coladas”.

2. “¡Me encantaría poder tener todo el tiempo libre que tú tienes!” ¡Uf! A mi también me encantaría tener el tiempo que TÚ tienes, me encantaría tener los tiempos de todos en realidad para hacer más cosas, porque una mamá que trabaja en casa, que emprende y que cría, tiene una doble labor, levantar su negocio y levantarse ella misma cuando las cosas no funcionan como esperaba.

3.”¡Tantos años de estudio para después quedarte en la casa!” Así es y es la tendencia mundial, cada vez más mujeres optan por mi decisión y los años de estudio, la experiencia laboral, todo suma, todo es un plus para poder tomar y mantener esta forma de vida y de trabajo.

4.”Yo no podría quedarme en la casa todo el día, ¡me vuelvo loca” ¡Yo también! Un típico día de trabajo en casa incluye sentarme y pararme del computador cada 20 minutos a ver a los niños, llamadas de teléfono en EL BAÑO, escondida y con silencio para hablar. Y en la noche, cuando todo es calma y paz, trabajar tranquila, para luego dormir un par de horas y así seguir al día siguiente, non stop.

5.”Tendríamos que ser millonarios para poder darnos ese lujo o que mi marido ganara el doble, sino, ¡imposible!” Esta generalización era algo que yo también hice en algún momento, porque en algún momento estuve en la otra vereda, en la que trabajaba y miraba con envidia, con todas sus letras lo digo, a las que “se daban el lujo” de no hacerlo. Pues bien, hoy me como mis palabras, no es un lujo, es una opción de vida que tiene muchos, pero muchos sacrificios, y aunque obviamente deben haber muchas mamás que no trabajan por la excelente situación económica de sus maridos, no es la regla para todas. Así es que mamás que trabajan desde casa, que emprenden y que siguen aportando con su granito pero conciliando maternidad y trabajo. ¡Ánimo y a reírse de los prejuicios!