5 maneras de lograr que tus niños coman de forma más saludable

Según un estudio publicado en 2015 en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, se ha comprobado que los niños que comen saludable mejoran su salud a largo plazo. Es por esto, que la investigadora científica de Abbott, Tama Bloch, entrega 5 consejos para hacer que los más pequeños aprendan a generar correctos hábitos de alimentación:

1. Creatividad, varía el menú. Mientras más variedad le ofrezcas a tus hijos, mejor. El hecho de que no les guste la papa como se la prepararon la primera vez, no significa que no le guste hecha de otra forma. Las combinaciones también son importantes. Cuando se les presenta a los niños nuevos alimentos o se les prepara de forma nueva, hay que incluir aquellos que son del gusto del niño para que se sientan más cómodos. Recuerda todos los alimentos que necesitan para crecer: verduras, frutas, granos, lácteos y fuentes de proteínas como carnes, pescados, nueces, semillas y huevo.

2. Involucrarse con sus comidas es clave. Que tus hijos se sientan parte del proceso: Además de enseñarles cómo tomar decisiones nutritivas, hacer que los niños participen en el proceso de toma de decisiones aumenta la probabilidad de que realmente coman los alimentos saludables en su plato. Lleva a tu hijo al supermercado para buscar frutas o verduras, incluso si eso significa cortar un coco a la mitad para que pueda explorar. Esto es esencial para establecer hábitos de por vida.

3. Ser persistente. NO te rindas: Por muy difíciles que sean las comidas con los pequeños, es importante que los padres no utilicen el postre como recompensa por un plato limpio, dado que esto podría enseñar a los niños involuntariamente a depender de alimentos para lidiar emociones (Estudio de la Universidad de Aston). No te enfades ni decepciones, tu hijo no debería ver vínculos emocionales con la hora de la comida.

4. Sé el ejemplo. Come como quieres que tu hijo coma: Las madres y los papás deben mostrar a sus niños que tienen los mismos hábitos de nutrición en sí mismos, que los que esperan de ellos: comer regularmente, sentarse a la hora de comer, llevar una dieta balanceada y estar dispuestos a probar alimentos nuevos.

5. Establece un horario. Tres comidas y dos colaciones: Entre nuestra agenda frenética y los apetitos inseguros de nuestros niños, los horarios de comidas a menudo equivalen a bocados por aquí y por allá. Pero un horario estructurado, que consta de tres comidas y dos colaciones por día, puede hacer que las cosas sean menos caóticas. Hay que enseñarles que, si no comen su almuerzo al mediodía, tendrán que esperar para comer otra vez en su siguiente comida. Cuanto más regular sea el horario, mejor.