¿Cómo lidiar con la retención de líquidos durante el embarazo?

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Hacia el final del embarazo, especialmente si estás viviendo esta etapa en las épocas de más calor, es muy común que puedas experimentar la molesta retención de líquidos o edema. Las causas de este trastorno se deben principalmente a que en el último trimestre del embarazo el útero ha aumentado considerablemente de volumen y por causa de esto, se comprimen los vasos sanguíneos que transportan la sangre desde las piernas al corazón, provocando que se acumule líquido en los tejidos y se forme el edema o hinchazón, especialmente en pies, tobillos y manos, aunque también puede darse esta retención en otras partes del cuerpo, todas las mujeres somos distintas y ningún embarazo es igual a otro.

Las hormonas y el aumento de líquido, entre 6 a 8 litros, que las mujeres necesitan en el embarazo, también contribuyen a que se produzca la retención de líquidos, por tanto, es bastante probable que puedas experimentar retención de líquidos o edema durante el embarazo.

¿Y qué hacer para aliviar la retención de líquidos o edema?

Si bien no es posible prevenirla sí es posible tratarla para que sus efectos sean lo menos molestos posibles. A continuación algunas soluciones en casa para poner en práctica propuestas por el sitio Bebés y Más y por la experiencia esta mamá que tuvo en dos embarazos retención de líquidos (¡uf! horrible) :

1. Dormir y descansar con las piernas elevadas. Acuéstate y levanta las piernas unos 15 cms. o apóyalas contra la pared. Al momento de descansar mantén esa posición unos 20 minutos y notarás que tus piernas se alivian.

2. Beber abundante agua. Pero trata de que sea agua y no bebidas altas en sodio como las gaseosas o con mucha azúcar.

3. Duchas de agua fría en las piernas. Otro tip muy bueno es echar chorros de agua fría en las piernas al momento de ducharte, así activarás la circulación de la sangre, reduciendo la posibilidad de hinchazón.

4. Dormir sobre el lado izquierdo. Cuando duermes boca arriba se entorpece el flujo sanguíneo de las piernas al corazón, además es beneficioso para el bebé dormir en esta posición, sobre todo en el último trimestre.

5. Realizar actividad física. Moderada, salir a caminar, bailar, hacer yoga, pilates, poner el cuerpo en movimiento y evitar el último punto.

6. No estar de pie o acostada por largo rato. Las dos situaciones ayudan a que la retención de líquidos se haga más evidente, el mejor consejo (y el que me dio mi ginecólogo) es ¡MOVERSE!

7. Masajes y drenaje linfático. Es importante darse un regaloneo en el embarazo y si lo estás pasando mal con la retención de líquidos, recurre a una ayuda experta, en este caso, con masajes y drenaje linfáctico, tratamientos que según Natalia Carvajal de Clínica Le Ciel son de gran solución y ayuda. Estos procedimientos se realizan a través de suaves movimientos que promueven la eliminación y estancamiento de los líquidos hasta lograr un efecto anti hinchazón. Además refuerza el sistema inmunológico, elimina toxinas y restablece la circulación sanguínea, logrando que las futuras mamás se relajen y salgan de la sesión muchísimo más aliviadas.

8. No usar ropa ajustada o zapatos apretados y de taco alto. Algún día volverás a usar toda tu ropa apretada y esos zapatos fashion, te lo prometo, pero en esta etapa evita todo tipo de ropa y zapatos incómodos, solo lo pasarás mal y será una tortura ponerlos y otra sacarlos.

¿Y cuándo preocuparse por la retención de líquidos o edema?

Si sientes demasiado exceso de retención, mucho más notoria de lo habitual, aumento de presión arterial, visión con puntitos de luz, dolor de cabeza, abdominal y otros síntomas de malestar generalizado que no acostumbras a tener en tu embarazo, debes acudir de inmediato al médico para controlar posibles enfermedades del embarazo que requieran asistencia inmediata como la preeclampsia por ejemplo. Cuidarte en esta última etapa de la gestación es crucial.