Smiley Kids, frutas orgánicas, 100% naturales, en el envase ideal para mamás y niños
Conocí los Smiley Kids un día en mis largos y entretenidos paseos por el supermercado (y en verdad que me entretengo eh?), buscando en la sección “compotitas de fruta”, entre medio de muchas marcas los encontré y lo primero que me llamó la atención de ellos fue su etiqueta de orgánicos, revisé las otras marcas y ninguna tenía este atributo.
Seguí leyendo en su etiqueta que no contenían preservantes, los comparé con otra marca de “compotitas” y a pesar de que todos decían que eran 100% frutas, ningún otro de estos productos me aseguraba que no tuvieran preservantes, colorantes o que no tuvieran azúcar añadida, que es cuando a algo que ya es dulce por su naturaleza le agregas azúcar refinada. En el caso de las frutas, estas contienen fructosa que es el azúcar de la fruta y si además les añades azúcar, entonces es MUCHA azúcar en resumen.
Esto fue el 2015, cuando la marca comenzaba a crecer en nuestro país. Hoy Smiley Kids se ha consolidado como una increíble opción de colación, postre o alimento entre miles de mamás que buscan la mejor alternativa para alimentar a sus hijos. A más de un año entonces de consumir todos en la familia, me incluyo, los Smiley Kids, simplemente, no volvería a comprar otro tipo de estas compotitas. Acá mis razones:
1. Es fruta natural envasada en el más práctico de los envases. Es ideal para mí y para mis hijos, las llevo siempre en la cartera y no me han traicionado jamás rompiéndose o fallando cuando mis hijos las consumen. Además vienen con un súper sello de tapa que me confirma que es seguro de consumir. Y otro punto, se han convertido en mi aliado para los viajes en avión o en auto porque al tomar un Smiley Kids no se ensucian y además puedes llevarlos arriba del avión, incluso en vuelos internacionales.
2. Tienen la medida justa. Ni más ni menos, cuando mi segunda hija era más chica, 6 meses, se la daba y sabía que estaba en la porción correcta de postre por ejemplo. Hoy se la sigo dando de postre y también de snack y se la paso para que ella la tome y cuando la termina no me pide más, claro que si le ofrezco otra se la toma de inmediato, lo mismo mi hijo de 4 años que por él comería todo el día sus compotitas.
3. Son realmente orgánicos. Elaborados con frutas y verduras (así es, tienen un sabor de arveja-brocolí que es muy rico) sin pesticidas ni químicos de ningún tipo. Esto los transforma en un producto donde la relación precio calidad se cumple muy bien. Porque acá la cosa es pensar al revés, “por qué lo barato e industrializado cuesta tan barato”. Con Smiley Kids gastamos en la casa lo justo por un rico postre o snack que es totalmente saludable. $990 por compotita y eso para cuidar el presupuesto familiar es ideal.
4. Son realmente nutritivos. Además de asegurar la calidad y sus características orgánicas, el sistema de envasado de Smiley Kids me asegura como mamá que cada fruta que lleva dentro conserva sus propiedades y que efectivamente habrá un aporte nutricional cada vez que mis hijos consumen alguna de sus 4 variedades, lo que me lleva al último y más rico de todos los puntos: ¡sus combinaciones de sabores!
5. Mezclas únicas, que yo no habría hecho jamás. En serio, en el día a día de mamá, a veces no nos alcanza el tiempo para dar con recetas o combinaciones de ingredientes para un postre porque o no los tenemos a mano o porque no pensamos que al combinar arvejas con peras, el sabor será dulce y de una textura muy suave, de verdad, jamás habría mezclado estos dos alimentos, pero Smiley Kids lo hizo por mí y así ha sido cómo he logrado que coman brocolí mis hijos o camote o zanahoria que la detestan en cualquier plato pero en la compotita se la comen felices o conocer la canela y su sabor tan característico que ahora me ha permitido ir poniéndole canela a otros postres porque el sabor para ellos ya es conocido y los niños no son muy aventureros con la comida que digamos, en absoluto.
Para conocer más de Smiley Kids, sus estándares de calidad y sus productos, acá el sitio web. Los pueden encontrar en supermercados Jumbo, Líder y Tottus a lo largo de Chile y en farmacias Salcobrand seleccionadas del país.