¿Cómo me visto para volver a trabajar post maternidad?
El regreso al trabajo tras el post natal supone muchísimos desafíos para las mamás que comienzan esta nueva etapa. Fueron cerca de 7 meses los que estuvieron fuera del circuito del trabajo y todo lo que ello involucra, incluyendo desde luego, el cómo diablos vestirse todos los días y más ahora que soy mamá y el cuerpo no quedó igual que antes, para nada.
Mi experiencia: Volví a trabajar en mi primer embarazo con 10 kilos más, hoy veo las fotos y estaba realmente rellenita, no me sentía yo y cometí el error de seguir usando mi ropa de lactancia y de embarazo, lo que me hacía ver más gorda y como desarreglada, porque la panza modela la figura y con lo que te pongas te verás bien, pero sin panza de embarazo, la realidad fue muy distinta en mi caso.
Pero de a poco fui bajando de peso y más que nada, dejé de usar toda mi ropa de “madre” para comenzar a vestirme para el trabajo, así, tal cual, compré un par de prendas claves y seguí algunos tips y consejos de moda y estilo sacando de diversas fuentes y también de amigas que estaban o habían estado en la misma situación. Todo ello dio por resultado estos tips que a continuación les entrego:
1. Sigue esta única tendencia: Menos es más. Hemos vuelto a trabajar y puede que nos den ganas de ir muy arregladas al comienzo, el tema es que con el tiempo, puede que no sea lo mismo y además corremos el riesgo de vernos muy sobrecargadas y en época de Navidad puede que nos lleguen a confundir con el árbol, así es que lo mejor es utilizar colores neutros, pocos estampados y accesorios no recargados, por ejemplo, collar sí, aros largos no y viceversa.
Y si estás comenzando un trabajo nuevo donde no sabes cómo es el ambiente, observa, ve como las mujeres se arreglan para el día a día y adapta tu vestuario a esta realidad, no vayas nunca con la marca por delante, ni con joyas muy vistosas, menos es más nuevamente, pero claro, si todos van con jeans trata de dejar los pantalones de tela en la casa. La realidad ahora es otra.
2. Busca la comodidad. No se trata de ir con buzo y pantuflas pero tampoco de andar con ropa con la que tú no te sientas a gusto, lo mejor es un balance entre vestirse bonita, con accesorios que sean clásicos y que la ropa se vea y se sienta cómoda.
Acá serán claves los primeros meses comprar poleras que disimulen pancita y pantalones ajustados para combinar, o bien un pantalón alto tipo palazzo (ancho) o una falda que parta desde la cintura y no la cadera, lo mismo vestidos, prefiere aquellos que tengan bonita caída y no los que te queden como embutidos. Una capa, chaleco suelto o kimono encima harán el outfit completo. Y en zapatos, compra tacos o ballerinas pero que hagan ver el pie (probablemente ahora más grande en talla) siempre estilizado.
3.Encuentra tu nuevo estilo. Ahora que eres madre puede que el cuerpo haya cambiado y la ropa que usabas antes del embarazo ya no te quede o bien ha pasado de moda. Entonces parte de cero entiendo siempre el dress code de tu oficina, el que por ejemplo, si es “casual business” trata de que tu forma de vestir ahora que eres madre refleje por un lado tu personalidad y por otro lado apoye también el negocio, es decir, si andar casual pero bien vestida es la norma, súmate a la cultura de la compañía pero siempre con un accesorio o prenda que diga “esta soy yo”.
(Y en lo posible, llevar una prenda de cambio porque el “esta soy yo” en mi caso me pasó que fue andar con la polera con vómito de leche o pantalones con manchas de comida o mocos de bebé).
4. No presumir pero tampoco andar con el chaleco de hace 5 años. Este es un balance complejo porque no se trata de andar todos los días con algo nuevo, exclusivo y caro, pero tampoco irse al otro extremo y no renovar nunca el closet, lo mejor de cada mundo es la clave. Busca en cada nueva temporada algunas prendas que te asienten y mezcla con otras de buena factura que ya tengas, básicos que te pueden durar muchos años, sobre todo si les das un buen cuidado con el lavado y ahí invertir en un par de prendas de buena calidad será la inversión, no te sientas TAN culpable por hacerlo, el trabajo es lo que finalmente hace el sueldo mensual con el que puedes criar a tu hijo por lo que todo lo que gastes en ropa es invertir, no malgastar.
5. No imites. Volver a trabajar es un poco como volver al colegio o la universidad si de ropa se trata, por lo mismo, nunca, nunca corras a comprarte el mismo chaleco que luce con orgullo tu compañera de asiento. El mercado es grande y por mucho que te pueda encantar aquella prenda, habrán otras para ti, porque el estilo es personal y debemos esforzarnos en tenerlo. Especialmente si hay otras mamás que han vuelto de su post natal contigo, no se imiten, compartan datos y este post pero no se vistan iguales.
Acá les dejo una galería con ideas de outfits post maternidad: