Por: - Abril 3rd, 2014 - Sin Comentarios »

El segundo trimestre: Un engaño absoluto

El segundo trimestre es engañoso, esa es su mejor definición.

Mágicamente, un día después de cumplir las 13 semanas amaneces como nueva, te levantas al baño y frente al espejo ya notas que tu panza comienza a ser panza de embarazo y no panza de “me comí hasta el salero de la mesa”, sales de la ducha y al vestirte te das cuenta que el día de comprar ropa maternal ha llegado y una extraña felicidad te invade, es hora de hacerle saber al mundo de que eres una suerte de súper héroe, estás creando vida y eso merece ser compartido.

Y así en esta vorágine de nuevas sensaciones, te das cuenta que las náuseas se fueron, al fin estás empezando a amar tu embarazo, tu marido o pareja ya no son unos extraños que “te hicieron esto” y hasta, puede incluso que la pasión vuelva por ahí, pérdida entre las arcadas y la hinchazón del primer trimestre.

Todos comienzan a notar tu guata y te dicen que estás más linda que nunca y tu no dejas de tocarte la guata a pesar de que el doctor te advirtió que no tanto cariño a la guata porque puedes inducir contracciones.

Cerca de la semana 20 llegará la primera vez que sentirás al “porotito” que feliz crece en tu guata e incluso por esa semana ya podrás saber qué es si es que se deja mostrar… Todo parece perfecto, demasiado no?

Y acá la razón de porqué es engañoso, en realidad son varias así que enumeraré:

1. El hambre es infernal, en mi caso me despertaba a las 4 am a comer y mi único pensamiento al despertarme, a las 12 del día y durante toda la tarde era qué iba a comer. Así fue como en 3 meses engordé 10 kilos sin vergüenza alguna.

2. Estás de mejor genio y la panza está pero no se siente, no es una carga ni una complicación por lo que tu crees que podrás hacer de todo pero oh no! A pesar de que te mueres de ganas de salir hasta tarde o de andar escalando cerros, la sociedad te recuerda que estás embarazada y eso significa que ciertas actividades pre- embarazo, hoy tienen una tremenda x en rojo que te indica la más dura prohibición.

3. Te mueres de ganas de comenzar a armar la pieza, comprar la ropa y todo el festival de elementos que el pequeño ser necesitará, pero esos miedos que no le cuentas a nadie o típicos comentarios del concejo de madres te lo impide porque “podrías perderlo y es más triste quedarse con todo” entonces te repliegas y sólo miras las vitrinas esperando a qué llegue la famosa “viabilidad de los 7 meses” de la que tanto te hablan en todas partes.

4. La relación con la pareja mejora o se hace más rica pero pueden pasar dos cosas: o tienes cero ganas de recrear la razón de tu estado de gravidez o tienes ganas todo el tiempo de volver a rememorar qué fue lo que te llevó a un embarazo, sea cual sea la alternativa, es toda una aventura porque el miedo a no cambiar la dinámica de pareja por el hijo que está por nacer se instala en este segundo trimestre y creo que es el momento donde más uno piensa cómo cambiará todo cuando llegue el retoño, quizás porque falta harto todavía para que nazca pero su existencia es firme y real en tu presente.

Y así entre este engañoso segundo trimestre, el tiempo pasará leeeeento pero la llegada del tercer y último trimestre llegará y el embarazo entrará en su recta final así que mejor dejarse engañar y pasarlo bien no más.

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