Melasmas o máscara del embarazo: tratamientos para que desaparezcan
Mi hija está por cumplir los 10 meses y ya pasada la lactancia decidí hace unas semanas ir a un dermatólogo para tratar de una buena vez los incómodos melasmas que mis dos embarazos dejaron en mi cara.
Aunque sé que estas manchas tienen también una significancia muy linda que es el estar ahí para que nuestra guagua nos reconozca en sus primeros meses, lo cierto es que también forman parte de los “efectos secundarios de un embarazo”. Se calcula que hasta un 90% de las mujeres embarazadas tienen melasmas en el embarazo o cloasmas o máscara del embarazo y de ellas, un 60% no pierde las manchas, al contrario, se acentúan en el tiempo.
Los melasmas, son un tipo de hiperpigmentación muy frecuente que aparece preferentemente en la zona del rostro, mejillas, frente, dorso de la nariz y la parte entre nariz y labio superior (mi zona afectada). Menos probable, pero no imposible, es que aparezcan otros melasmas en el resto del cuerpo.
Esta hiperpigmentación ocurre cuando la melamina, que es la responsable de darnos el color de los ojos, pelo y piel, comienza a verse afectada, tal como describen en el sitio de Eucerin: ” por ciertos factores internos y externos, como la exposición al sol, la genética, los cambios hormonales, la inflamación y la edad. La hiperproducción da lugar a hiperpigmentación, en la que aparecen manchas oscuras y tonos cutáneos desiguales. La subproducción, o hipopigmentación, tiene el efecto opuesto, con la aparición de manchas sin pigmento en las zonas afectadas.”
Entonces, ¿Qué hacemos para eliminar los melasmas?
Una vez que apareció un melasma en tu cara, debes esperar a que termine la lactancia para poder hacer cualquier tratamiento, esto por recomendación del dermatólogo que me vio como al mes de post parto y me dijo “cero posibilidad de hacer algo ahora, todos los tratamientos están contraindicados en la lactancia”. Así es que esperé y volví para discutir las opciones, siendo las más recomendadas:
Láser (Fraxel, Erbio YAG) y Luz Pulsada Intensa (LPI): Con luz pulsada intensa y exfoliación química, el famoso “peeling”, pero esta opción quedó descartada porque bueno, es un poco cara y en su mayoría se realizan en Santiago.
Sólo exfoliación química o “peeling”: Menos costoso pero igual lo probé nuevamente y con malos resultados porque si bien puede llegar a ser más efectivo y rápido que el láser, considéralo si realmente quieres abarcar todo el rostro y evalúa el costo-beneficio. Como experiencia les puedo contar que en las dos ocasiones que lo he hecho no me ha funcionado, antes de mi matrimonio me hice el primer peeling y la sufrí toda, me llené de ampollas y en pleno verano tuve que andar tapada entera para que no me quemara con el sol. ¿Y el resultado? Bien, pero esperaba más. Según el dermatólogo que me vio esa vez, el peeling no funciona para mi tipo de piel que es “amarilla”, ni blanca ni morena, amarilla.
Ácido glicólico. Mala, mala idea para mi cara, lo compré en crema, lo usé 3 días y me causó una reacción alérgica porque es muy fuerte. Pero otras personas lo usan sin ningún problema, por eso, preguntar al doctor antes de probar.
¿Con qué tratamiento me quedé?
Con un preparado cuya base es la hidroquinona. Aunque su uso es controversial y países de Europa ya no la usan por probables riesgos, sigue estando aprobada por la FDA en Estados Unidos y algunos estudios que han sido publicados en el último tiempo han desmentido sus riesgos, dejándolos a uno similar al usar esmalte de uñas o cualquier otro cosmético porque finalmente todo tiene químicos. En mi caso puedo decir que ha sido el único que me ha dado ciertos resultados, el tipo de melasma que tengo es bien profundo y además se ultra pigmentó con el sol (el bloqueador solar para mi antes no existía), así es que luego del peeling que no funcionó, las cremas de ácido glicólico y una que viene en forma de lápiz de Eucerin. Opté por este tratamiento.
El preparado que estoy usando por prescripción médica es en base a la hidroquinona, ácido retinoico y triamcinolona. Todo a niveles muy bajos y lo mandé a hacer en la farmacia, llevo 3 semanas de tratamiento y los cambios son notables, eso sí, debo protegerme mucho del sol aunque no tenga días radiantes acá en el sur, con factor sobre 30 aplicando en todo momento y además debo cambiar mi maquillaje a uno con mayor protección solar para evitar volver a manchar mi cara una vez terminado el tratamiento.
Por eso, si tienes melasmas post embarazo, hazte el tiempo y anda a un dermatólogo y juntos vean cuál es la mejor opción para tu piel. ¡Hazlo por ti!