Ser mamá primeriza, no es sinónimo de ser mamá asustadiza
Una de las palabras que más resuena en una mujer embarazada o ya con su primer hijo en los brazos es el término de “mamá primeriza”. Pareciera ser que necesariamente la sociedad y nosotras mismas, tuviéramos que renombrarnos así por un período de tiempo para encasillarnos, juzgarnos, justificarnos y lo peor…asustarnos al comenzar a transitar por la maternidad.
Y cuando eso pasa, cuando todo nos da miedo, nos volvemos inseguras, creemos que todo lo estamos haciendo mal, porque nos dicen “aaah es que es primeriza”, porque leemos en redes sociales que estamos cometiendo errores o porque se nos ocurre preguntar algo o contar algo y salen mil mamás perfectas, mamás superiores, que te dicen que “estás mal”, que “cómo se te ocurre”, que “cómo no sabías que esto se hacía así.”Entonces, viene la pena, los miedos se hacen más grandes y el círculo “culpa-autocrítica”, aparece en gloria y majestad.
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Ser mamá primeriza no es sinónimo de ser una mamá asustada, de una mamá inexperta, que no sabe cómo criar, proteger y alimentar a su hijo. Ser mamá primeriza es solo ser, primera-vez-mamá. ¡Y por supuesto que nos vamos a equivocar! Pero eso no significa que lo estemos haciendo mal como madres. ¿Y cómo darte cuenta de que no es así? Desde ti vendrá esa seguridad, solo que a veces no la escuchamos porque hay demasiado ruido, por eso en el minuto en que dejes fuera de tu vida la fuente de críticas y juicios a la “mamá primeriza”, aparecera otra mamá primeriza, una con la que te sientes cómoda de vivir.
Convertirnos en mamás es una experiencia que nos transforma y eso es lo que debemos destacar de ser mamá primeriza. Todo es nuevo, ¡claro que lo es! Pero la vida es cambio, es movimiento y la vida se enfrenta, al convertirnos en madres, con mucha fuerza, con sueño (porque no puedo mentirles, no se duerme nada los primeros 99 años de ser madre) con valentía, con seguridad y sobre todas las cosas, con el empoderamiento increíble de que nosotras, las madres, somos quienes verdaderamente cambiamos el mundo, desde nuestra esencia, una que parte siendo excepcionalmente, una mamá primeriza.
Este artículo fue publicado originalmente en la sección de Tendencias x Nosotras donde soy columnista en el diario Hoy x Hoy.